El largo camino de vuelta a casa es veloz y tardío y tiene el color gris de un domingo por la tarde, que evoca la experiencia de una semana terminada y la expectativa de la que está por llegar.
El largo camino de vuelta a casa es de hierro y sobre él corren los paisajes y cambian los reflejos; con ellos las impresiones.
Lo alimenta el sueño de quien persigue llegar a otro lugar sin despertar antes de conseguirlo.